La reserva alimentaria que históricamente existía en el Ecuador (hoy desaparecida) era fundamental para garantizar la seguridad alimentaria de su población, especialmente en situaciones de adversidad, como la actual presencia del fenómeno climático El Niño. Hoy vemos como algunas provincias de la costa como Esmeralda, Manabí, Guayas e inclusive en provincias no costeras como Loja, las excesivas precipitaciones han provocado los desbordamientos de algunos ríos que vienen arrasando y destruyendo nuestras efímeras infraestructuras viales, inclusive recintos poblacionales han quedado sumergido en las aguas dejando en ruinas a miles de familias entre comerciantes, pequeños campesinos y agricultores cuyos sembríos son diezmados perdiéndose miles de hectáreas de cultivos básicos que son parte de la canasta familiar de millones de ecuatorianos; dicho esto, al haber desaparecido la famosa reserva alimentaria de las bodegas de la extinta UNA, la única disponibilidad real solo existen en las bodegas particulares de múltiples comerciantes, quienes en un futuro inmediato, especularan imponiendo precios de ventas exorbitantes al consumidor y explotando al pueblo ante la evidente hambruna, pues son los únicos que poseen acaparadas miles de toneladas de arroz y maíz.
En este contexto, la reserva alimentaria del Ecuador adquiere una importancia crucial y tiene que ser uno de los principales objetivos del próximo presidente poque la recurrencia del fenómeno del Niño es cíclica. Una reserva adecuada de alimentos permite al país hacer frente a las posibles fluctuaciones en la producción agrícola y asegurar la disponibilidad de alimentos básicos para su población, incluso en momentos de escasez. Además, una reserva estratégica puede ayudar a estabilizar los precios de los alimentos y evitar la especulación durante situaciones de crisis como la que se avecina.
La existencia de una reserva alimentaria bien gestionada y planificada permite al Ecuador tomar medidas preventivas y de respuesta rápida frente a los efectos de El Niño. Esto implica implementar estrategias de conservación de alimentos, fortalecer la agricultura resiliente al clima, promover la diversificación de cultivos y fomentar la producción local. Además, es fundamental contar con sistemas eficientes de almacenamiento y distribución para asegurar que los alimentos lleguen a las comunidades afectadas de manera oportuna.
En resumen, la reserva alimentaria del Ecuador juega un papel fundamental en la seguridad alimentaria del país, particularmente en situaciones de El Niño. Una reserva adecuada de alimentos permite mitigar los impactos de las fluctuaciones climáticas en la producción agrícola, asegurar la disponibilidad de alimentos para la población y promover la soberanía alimentaria. Es importante que el nuevo gobierno posea en sus planes un gran componente de apoyo al sector agropecuario y que a pesar del corto tiempo que estará manejando los retazos que apenas le quedan al Ecuador Agropecuario, pueda establecer una responsable diferencia entre lo actual y lo futuro que el agro requiere, el nuevo gobierno debe volver a desempolvar nuestras raíces agrarias pues nuestro Ecuador es y será siempre un país agropecuario con una soberanía alimentaria enfocada en beneficio del pueblo ecuatoriano y para ello el nuevo gobierno tiene la obligación de Re fortalecer sus políticas y acciones con el fin de garantizar una moderna agricultura inclusive, resiliente y sostenible por el bienestar de su población.
Ing. Pedro Alava Gonzalez. M. Sc.